La falta de información sobre el impacto del cambio climático en la pesca y la acuacultura está conspirando contra la urgente necesidad de adaptación al fenómeno en los países y comunidades pesqueras más vulnerables, concluye un informe mundial sobre el sector.

Según “El estado mundial de la pesca y la acuacultura 2014”, de la Organización Mundial sobre la Agricultura y Alimentación (FAO), en América Latina la sobrepesca, las variaciones de la temperatura superficial del mar y eventos climáticos extremos son las principales amenazas a la producción pesquera.

Monografías de seis regiones del planeta incluidas en el informe detallan la exposición y sensibilidad del medioambiente marino y de las especies biológicas al cambio climático, los problemas económicos y sociales que ocasionará en éstas y cómo enfrentarlos.

En el caso del Caribe, concluye que la acuacultura tendría mayor capacidad de adaptación que la pesca para afrontar los embates de la subida del nivel del mar y del aumento de ciclones más intensos asociados al cambio climático.

Los países caribeños deben repensar las instituciones y la gestión de las actividades pesqueras y acuícolas para adecuarlas a la nueva situación “de forma amplia e integrada”, señala.

El análisis sobre América Latina incluye estudios documentales sobre el Golfo de Fonseca, en Centroamérica, y sobre la acuacultura en Chile, concluyendo que ambos tendrían una vulnerabilidad mediana debido a “la capacidad de adaptación humana relativamente alta”.

Los pescadores, por ejemplo, podrían tener que amoldarse a peces que se comportan de distinta manera y que han migrado a otros lugares. También habrá que invertir para identificar especies que puedan sobrevivir en un mar más salado, más ácido o más caliente.

“Aún existe mucha incertidumbre respecto del impacto del cambio climático global sobre los ecosistemas costeros de Latinoamérica y el Caribe”, dice a SciDev.Net Renato Quiñones, director del Centro Interdisciplinario para la Investigación Acuícola de la Universidad de Concepción, Chile.

“El desafío en nuestra región es lograr, en el corto plazo, pesquerías sustentables y con altos niveles de equidad, y aumentar el conocimiento sobre las repercusiones del cambio climático en los ecosistemas costeros”, añade.

Entre las muchas recomendaciones del informe de la FAO están mejorar el manejo de las pesquerías y elaborar y financiar planes de acción que involucren a la población.

Alejandro Flores, Oficial Principal de Pesca de la FAO para América Latina y el Caribe, dice a SciDev.Net que Brasil, Chile, México, Perú y países caribeños, entre otros, ya están analizando el impacto del cambio climático en el ambiente marino, en las especies que allí viven y en las comunidades pesqueras.

“Comprender las vulnerabilidades del sector pesquero y acuícola con una visión holística es básico para formular estrategias de adaptación y para gestionar y ordenar el sector de acuerdo al nuevo escenario”, concluye.

Fuente: scidev.net