La Paz, Baja California Sur. 08 de abril de 2018 (Notimex). La empresa Earth Ocean Farms instalada en esta ciudad, desarrolla desde hace cinco años un nuevo modelo de acuicultura sustentable en mar abierto, actividad en la que México puede sobresalir a nivel mundial.


La compañía mexicana cuenta con un laboratorio donde cultivan peces como totoaba y huachinango para evitar la extracción, luego son criados en mar abierto dentro de unas jaulas de alta tecnología que son sumergibles y monitoreadas, ahí las especies permanecen hasta que están listas para su comercialización.


Al ser la primera empresa de su tipo en el país, su director Pablo Konietzko declaró que son pioneros de una industria que busca, a través de estándares internacionales, lograr buenos resultados económicos, rentabilidad y generar utilidades, pero además respetar el ambiente marino.


“Queremos crear las bases y los fundamentos para cultivo de peces marinos sustentable. México es una región con un potencial enorme de acuacultura de peces marinos, tanto en el lado Pacífico como en el lado del Mar de Cortés, como en el Atlántico, pero es una industria que casi no existe”, señaló.


Earth Ocean Farms cuenta con una concesión en la localidad de San Juan de la Costa otorgada por la Comisión Nacional de Acuacultura y Pesca (Conapesca), sus actividades las realizan bajo el esquema de las Unidades de Manejo Ambiental, y por las características del medio su producción aumentó cien por ciento en los últimos años.


“Para un proyecto de acuacultura lo más importante no es la infraestructura, no es la ciudad, es el medio en que estamos, y para nosotros el medio marino es de suma importancia y aquí en la bahía de La Paz es un mar espectacular, está muy limpio, está muy sano y eso es un atractivo para nosotros”, apuntó Konietzko.
Comentó que en el desarrollo del proceso de producción tuvieron que germinar la investigación y exportar la tecnología, además de generar la mano de obra especializada.


Las especies que eligieron para producir fueron huachinango y totoaba por ser endémicas y atractivas para el mercado, también al no ser invasivas no provocan ningún daño ambiental.


“Empezamos hace muchos años tratando de cultivar camarón en jaulas sumergibles en el mar abierto pero no nos fue bien y nos volteamos a los peces, en donde hicimos unas pruebas con diferentes especies, todas endémicas de la región y concluimos que los dos candidatos con los que queríamos trabajar son la totoaba y el huachinango”, expresó.


Destacó el caso de la totoaba, pues a pesar de ser una especie protegida es ideal para el cultivo por su rápido crecimiento y resistencia, además que la calidad de su carne es apreciada en todo el mundo.


El director de la compañía explicó que el proceso de producción inicia con la generación de peces juveniles que realizan en su laboratorio. Con ambientes controlados logran que las dos especies pongan huevos todo el año.


Al respecto, el ingeniero en acuacultura, Fernando Cavalí, agregó que, “este fue el primer reto de reproducción en el laboratorio, lograr la reproducción de los peces no sólo en la temporada natural sino poder hacerlo todo el año para hacer un proceso continuo de producción de juveniles”.


Dentro de tanques especializados los peces hembra liberan los huevos, luego el macho los fecunda y los huevos fertilizados flotan para ser recolectados; de ahí son contabilizados, seleccionados e incubados para producir las larvas.


Por cada kilogramo de peces reproductores obtienen entre 100 mil y 200 mil huevos, pero la supervivencia larvaria para lograr una buena producción depende de la investigación y desarrollo de cada especie, explicó Cavalí.


El agua de los tanques se reúsa y reesteriliza; los ciclos de nutrición y fotoperiodos son manipulados, así como la temperatura para generar las mejores condiciones para los peces.


Su alimento a base de microalgas es producido también en el laboratorio, cada fase de producción está ligada específicamente con el proceso en general, por lo que el equipo de especialistas mantiene una comunicación y control permanente.


El ingeniero resaltó que los peces reproductores también son criados en el mismo lugar, para así evitar la extracción de especies en el mar.


“El compromiso de la empresa es no seguir capturando pero sí conocer la identidad genética que tienen los peces y seleccionarlos, es un programa que estamos empezando”, mencionó.


Una vez que los juveniles son logrados en el laboratorio se trasladan a las jaulas en mar abierto, donde los engordan hasta alcanzar el tamaño ideal para que sean empacados y comercializados, periodo que dura alrededor de 12 meses.


La tecnología que Earth Ocean Farms emplea aunque es costosa, permite el cultivo de peces en mar abierto donde las corrientes son mucho más fuertes y la calidad de agua es mejor. Este tipo de jaulas son monitoreadas todo el tiempo y resisten inclemencias como huracanes pues se pueden sumergir hasta 15 metros por debajo de la superficie marina.


“En las jaulas estamos utilizando una tecnología de punta, nosotros nos encontramos en una zona afectada por los huracanes todos los años, entonces para disminuir el riesgo en el valor de los peces y evitar escapes en caso de un huracán, las jaulas las podemos sumergir hasta que ya pasa el evento”, comentó Pablo Konietzko.
Enfatizó el potencial de la acuacultura en México y a nivel mundial, pues el hecho de que sea sustentable le otorga valor agregado a los productos.


Aplaudió el impulso de campañas como las que realiza el Consejo Mexicano de Promoción de los Productos Pesqueros y Acuícolas (Comepesca), para fomentar el consumo de peces producidos sustentablemente, ya que de esta manera se consolidará la industria.


“La acuacultura viene a suplir un faltante de las pesquerías comerciales, el mercado está ahí, está abierto lo han recibido bien, hay competencia entre especies pero entre los chefs, entre los restaurantes cada especie tiene su puesto en el mercado; en los peces la demanda es superior a la oferta”, declaró.


La empresa en 2016 produjo 70 toneladas de ambas especies; en 2017 fueron 200 toneladas. Actualmente sólo venden sus productos nivel nacional por medio de distribuidores, y aunque el precio al público supera al de la pesca comercial, Earth Ocean Farms abastece el mercado todo el año con la misma calidad.


Konietzko manifestó que así como desarrollaron la mano de obra especializada, también integraron en sus operaciones a pescadores locales para que aportaran su conocimiento y aprendieran de este mecanismo de producción.


“Es una alternativa para la pesca ribereña en donde se pueden integrar a la industria de la acuacultura, bien sea empezando sus propios cultivos o siendo parte de la industria como prestadores de servicios, no hay nadie que conozca mejor en mar que los pescadores ribereños”, dijo.


Detalló que para los trabajadores que requerían de un mayor grado de especialidad, aprovechó las carreras de las universidades en México afines a la industria.


“La mano de obra calificada es un reto porque cuando no hay experiencia puedes optar por dos opciones: importar la experiencia o educar a las personas, y en México hay muchas universidades con carreras de biología marina y acuacultura”, señaló.


El director de la compañía comentó que buscan consolidarse en el mercado mexicano y después comenzar a exportar respetando siempre sus principios de sustentabilidad y cuidado del medio ambiente.


“Nuestra política es respetar lo que hacemos y lo que hacemos es acuacultura de peces, entonces respetamos la especie y una forma es que nuestros cultivos son a baja densidad, eso nos reduce temas de enfermedades, de canibalismo entre los peces, tenemos crecimiento más rápido y los peces están más saludables”, indicó.


Fuente:http://www.notimex.gob.mx/reportaje/858/Desarrolla%20modelo%20de%20acuicultura%20sustentable