Culiacán, Sinaloa. 13 de marzo de 2018 (Agencia Informativa Conacyt).- El Fishackathon, realizado en febrero de este año en Sinaloa, es un evento que reunió a diversos países del mundo con el fin de proteger la vida marina y contribuir a través de la tecnología a una pesca y acuicultura sustentables y equitativas.

Por primera vez, científicos sinaloenses lograron que México se incorporara al evento organizado por Estados Unidos.

“Este hackathon es un concurso global con 75 sedes, convocado por el Departamento de Estado, de Estados Unidos, la empresa Hackernest y Amazon. Busca mejorar la tecnología para la pesca y la acuicultura, y Sinaloa fue una de las sedes a nivel internacional”, afirmó el joven científico José Humberto Ramírez Leyva, quien participó en el evento.

Aseguró que los organizadores se interesaron en la participación de Sinaloa —a través del consejo A Navolato Voy—, al tratarse de uno de los estados con mayor producción y tecnología para la acuicultura.
El concurso se desarrolló durante dos días en que los participantes presentaron propuestas para mejorar la productividad en esas dos actividades primarias. El premio al primer lugar consistió en 50 mil pesos y la posibilidad de representar a México en el Fishackaton en la ronda a nivel mundial.

El proyecto ganador fue Fishtown, una aplicación móvil desarrollada por jóvenes estudiantes y egresados de instituciones sinaloenses como la Universidad Autónoma de Sinaloa (UAS), la Universidad Tecnológica de Sinaloa (UTS) y la Universidad de Guadalajara (UdeG). Su innovación consiste en una app diseñada para pescadores y restauranteros que, al ingresar, permite conocer el paso de los productos del mar, desde la red hasta el plato.

Los integrantes del equipo ganador son Rafael Contreras Inzunza (egresado de la UAS), quien participó como desarrollador de software junto a Ismael Mariano Castro Velázquez (UTS); Adrián Noriega Saldaña (UdeG) contribuyó en marketing, y el líder del equipo, Juan Pablo Gámez Soto (UTS), participó en el desarrollo de software y hardware.

Explicaron que su desarrollo consiste en una app data para analizar el mercado y ofrecer el mejor precio.

“Al mismo tiempo envía información al comprador y al pescador sobre qué puede pescar y qué no. Tratamos además de contribuir a acabar con la pesca ilegal y que el comprador tenga la opción de comprar el producto en un lugar donde sí esté permitido”, explicó Gámez Soto.

Para el desarrollo de la app, visitaron a productores y pequeños productores de la región en campos pesqueros y cooperativas.

“Nos comentaban que en muchas ocasiones no podían vender los productos y se los vendían a quien los comprara, que regularmente lo compran barato para después darlo a alto costo, y ya no se trata necesariamente de un pescado fresco, e incluso podría tratarse de un producto sujeto a malos manejos, o que pudo haberse contaminado”.

Es de esa forma como la app conecta al productor con el comprador, y este obtiene toda la información relacionada con el pescado que desea adquirir, desde que este salió del agua, hasta el tratamiento que recibió al llegar a su destino.
“Primero trabajamos en un proyecto de calidad del agua, con él estuvimos viendo todas las necesidades que ahora nadie revisa, pero que se deberían revisar para saber si es seguro el hábitat. Esto era con granjas acuícolas, y tratamos de encontrar las enfermedades que tenía el camarón, por ejemplo”.

El equipo comenzó con el monitoreo mediante internet de las cosas, y el desarrollador de software hizo una interfaz, después se desarrolló un prototipo. Hasta ese momento no encontraron compradores interesados. Más tarde encontrarían el interés de un sector más grande, el de la pesca en altamar y en bahía, y así obtuvieron contacto con los pescadores.

Cómo funciona

El pescador recibe alertas y notificaciones sobre las reglas en la pesca, es decir, si es o no ilegal el área en que se encuentra pescando. La app permite que el pescador tome una fotografía del pescado, suba la imagen al sistema e informe que desea venderlo. La aplicación accede a una base de datos, un software abierto con cerca de mil especies disponibles, e identifica inmediatamente la especie, las dimensiones del pescado y ofrece el peso aproximado del producto.
“Esto se sube automáticamente al perfil del pescador, se pone a la venta, dependiendo de las fluctuaciones locales del mercado, o bien el productor puede sugerir un precio, y así compiten”, explicó Gámez Soto.
De esa manera, el comprador puede ver el producto disponible y verificar si el precio es más accesible en otros puertos cercanos, pues recibirá sugerencias de dónde puede comprar. “Informa también si el pescado debió o no haber sido pescado ahí”.

http://www.conacytprensa.mx/index.php/tecnologia/tic/20081-fishtown-app-pesca-acuicultura-sustentables